El otro día escuché como unos padres le preguntaban a su hijo:
“¿A quién quieres más? ¿A papá o a mamá?”
Y el niño, sin pararse a pensar dijo:
“A mamá”
Me hubiese encantado que el crío añadiera un:
“Y ahora papá, si eres tan amable, lárgate a otra parte con tus preguntas de mierda”
Pero era demasiado pequeño para elaborar esa frase.
Aunque el daño ya estaba hecho.
El padre iba a estar jodido un tiempo.
Y entonces me di cuenta que cuando eres niño, durante algún tiempo no conoces la mentira.
Dices la verdad pase lo que pase y duela a quién duela.
No sabes que puedes inventarte emociones para no hacer daño.
Lo descubrimos con el tiempo.
Hay un día, que sin saber porqué, no decimos la verdad.
Mentimos.
Mentimos en algo muy pequeño.
La primera mentira supongo que es algo experimental.
Probamos que pasa si en lugar de decir que “sí” decimos que “no”.
Y probablemente la primera vez que mentimos lo hacemos con algo tan ridículo y pequeño que la persona a la que engañamos se ríe y eso nos lleva a pensar que mentir es divertido.
Y empezamos a mentir en más cosas para que la otra persona se ría.
Y un día pensamos que a lo mejor, podemos mentir para beneficiarnos.
Y lo hacemos.
Y nos beneficiamos.
Y la mentira nos empieza a gustar.
Y mentimos más a menudo.
Siempre.
En todo.
Y dejamos de distinguir mentiras grandes de pequeñas.
Nos convertimos en mentirosos.
Y desde que existe Internet podemos mentir en todo.
Podemos inventarnos que somos otra persona completamente distinta.
Hombres por mujeres, mujeres por hombres, viejos por jóvenes, jóvenes por viejos, tontos por listos, listos por tontos, feos por guapos, guapos por feos, gordos por delgados, delgados por cachas, casados por solteros…
Podemos ser lo que la persona que está al otro lado de la pantalla busca solo para jugar a seducir o por sentir la sensación de tener a una persona que no conoces enamorada de ti.
Descartando que la otra persona esté jugando a que está enamorada de ti.
Pero si en algún momento decides verte con alguien a quién has mentido tendrás que escoger alguna de estas opciones.
Yo miento siempre, en cada ocasión. Es más, si noto que alguien persiste en decir la verdad lo aparto de mi vida al instante .
Pos nada, fui el primero! ;). Y NO MIENTO!!!
Tu post me ha recordado mucho a la película The Invention of Lying http://www.youtube.com/watch?v=yfUZND486Ik
Mentiras blancas son aceptables porque solo te incumben a ti pero no debes de pasar al otro tipo de mentiras, las que afectan a otras personas.
Mentir solo te traerá problemas y a la larga todo se sabe hacerme caso, siempre te pillarán.
Yo recuerdo perfectamente cuál fue mi primera mentira porque lo que pasó cuando me decidí a soltarla no pasaba todos los días en mi colegio, ni mucho menos:
http://mardetinta.wordpress.com/2012/03/29/perder-la-inocencia/
Te veo a lo Woody Allen, haciendo humor con mujeres físicamente inalcanzables para ti. No miento.
que bonita es la mentira
Pues si el segundo dice q fue el primero y q no miente…. yo fui la primera ale! y tampoco miento!
me gusta
¿El teléfono de tu camello por favor?
Ay Ángel!! En cualquiera de las versiones eres el romanticismo hecho persona… jajajajajajajaja
Estoy completamente de acuerdo! Salvo en una cosa, tontos por listos no siempre funciona! solo si el otro es igual o más tonto!
Saludos!
Gran reflexion!! Nunca lo habia pensado! Aunque no se si quedarme mas tranquila o todo lo contrario!
También la mentira es un poco como cuando empiezas a descubrir la masturbación, al principio pruebas, luego te envicias y después cuando eres mayor te das realmente cuenta de lo que estas haciendo. A partir de hay o te vuelves un pajillero que se clava 25 pajas en un fin de semana (lo vi en un documental) O de vez en cuando o en caso de «urgencia de excitación sexual». Supongo que algo así pasa con la mentira. Abra quien la use mas o menos, pero todos la usamos. De echo se podría decir casi que es parte de la vida misma.
¿Cómo se le da like a esto?
Hace varios años publiqué una entrada en mi blog titulada «Mentiras», la cual comenzaba contando algo que había leido (ya no recuerdo dónde) que las personas que cuando mienten te miran a los ojos son psicópatas. Desde entonces, cada vez que miento lo hago de espaldas xD
http://rebeca-alasdelibertad.blogspot.com.es/2010/09/mentiras.html
Hola, soy Ángel Martín.
Si alguna quiere conocerme que me mande un mensaje por aquí y deje su correo.
estoooo… ¿no cuela?