Hay un programa en MTV que se llama “Catfish: mentiras en la red”.

Si tú has conocido por Internet a alguien que asegura estar tan enamorado de ti como tú de él pero no consigues tener una cita en persona, llamas al presentador de Catfish y él se encarga de:

1.- Descubrir si la persona con la que estás hablando es realmente quién dice ser

2.- Que tengáis esa cita y os conozcáis.

No hay que ser muy listo para saber que si alguien que te dice que está enamorado/a de ti, evita tener una cita contigo es o bien porque no es quién dice ser o bien porque no está enamorado/a de ti.

Pero hay gente que no llega a esa conclusión y necesita llamar a un investigador.

Aprovecho para pedir que si alguna vez se acaba el mundo y hay bunkers con aforo limitado, pongamos a esas personas al final de la cola.

Es más…

Pongamos a esas personas en otra cola y digámosles que es la del Bunker.

Si se han creído que alguien que no quiere verles está enamorado de ellos, se creerán esto.

Los que se enamoran por Internet aseguran que es mucho más bonito porque enamorarse por Internet hace que te enamores de la personalidad.

No del físico.

Pero volvamos a Catfish.

Casi siempre, la persona que evita el encuentro acaba cediendo a tener una cita y (¡Oh, sorpresa!) no es quién dice ser.

Lo habitual es:

1.- No son los de la foto

2.- Son mucho más mayores de lo que decían

3.- No tienen el status social que decían tener

4.- Habían dicho que eran chicos y en realidad son chicas o al revés

Y entonces, la persona que ha llamado al programa se viene abajo porque no se lo esperaba.

Y el que ha mentido suelta el discurso de:

“Pero aunque no sea el de la foto, era mi corazón el que escribía. Tenía miedo de que si te enterabas de que no era…

1.- Tan guapo/a

2.- Tan joven

3.- Tan rico

4.- Tan hombre / mujer

… no quisieras hablar más conmigo”

Todas las mentiras están relacionadas con el físico.

Aún no he visto un solo caso donde la persona sea la de la foto y el problema sea que no es tan romántico como cuando escribía o tan inteligente como cuando podía consultarlo todo en Google sin que tú te enterases.

Es decir:

Al final lo que importa de verdad a esas personas es el primer encuentro real.

En Internet, casi siempre ocultaremos o cambiaremos todo lo que no nos guste de nosotros.

Por eso me he apuntado junto a Lara Álvarez a este proyecto.

Un proyecto que consiste en prepararnos a todos para la vida real.

Porque un día cualquiera puede que tengamos que enfrentarnos a ella.